Cosmética
¿Cómo evoluciona la piel durante el día?
Skin Evolution
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, el más expuesto al exterior y nuestra primera barrera de protección.
Define nuestra apariencia física, estado anímico y de salud, siendo nuestra primera carta de presentación.
“La piel sigue un ciclo dinámico durante el día, cambia y se adapta”
A continuación, te explicamos cómo es su evolución a lo largo del día y cuáles son sus necesidades:
1. Mientras dormimos
Renovación y reparación celular:
La piel trabaja en los procesos regeneración y reparación celular renovando las células de la epidermis y eliminando las dañadas. Se activa la restauración de la barrera cutánea y recuperando la elasticidad y firmeza de la piel.
Producción de sebo y sudor:
Producimos sebo (grasa) y sudor que se va acumulando en nuestra piel, por el movimiento que hacemos mientras dormimos, la temperatura y humedad ambiente que va variando según la época del año.
Deshidratación:
La piel pierde agua a través de la transpiración y la respiración.
2. Al despertarnos
Por la mañana, como primer paso de la rutina cosmética es importante eliminar el exceso de grasa, sudor, células muertas y los productos cosméticos aplicados por la noche mediante una doble limpieza facial.
Como resultado conseguiremos una piel más limpia, hidratada y preparada para una mayor efectividad de los tratamientos cosméticos que se aplicaran a continuación.
3. Durante el día
La piel esta expuesta a diversos factores como la contaminación, maquillaje, radiación solar y sebo. La acumulación de estos elementos puede alterar la función barrera y el aspecto de la piel.
Aumento de la producción de sebo: A medida que avanzan las horas, se aumenta la producción de sebo para mantener la piel protegida y evitar la deshidratación, especialmente en la zona T (frente, nariz, mentón).
Riesgo de irritación por el sol: el aumento de la radiación UV incrementa el riesgo de quemaduras y envejecimiento prematuro.
Pérdida de hidratación: La piel puede sentirse más seca y tirante debido a la exposición prolongada a factores como el aire acondicionado, calefacción o polución, que deshidratan la barrera cutánea.
4. A la Noche
Es imprescindible realizar una doble limpieza facial para eliminar tanto los elementos de tipo oleoso (sebo, maquillaje, protector solar) como los de tipo acuoso (sudor o polución). De esta manera dejamos la piel preparada para una mejor absorción de los tratamientos cosméticos nocturnos.
En resumen, conocer que le ocurre a nuestra piel a lo largo del día nos permite adaptar nuestra rutina cosmética para optimizar su salud y apariencia.